Una vez explicada la diferencia entre información y comunicación, quedando clara la importancia de la segunda en todos los momentos de la vida cotidiana y complementandola con la no verbal (gestos, apariencia física,vestuario...), vamos a dar un paso más, ese salto viene dado gracias a la revolución de Internet que nos permite a todos los usuarios hablar y decir lo que pensamos para que nos lea cualquier persona del mundo.
(Estribillo de este canción de El Canto del Loco..."sabéis de todo y os encanta hablar...BLA BLA BLA")
Por tanto, el concepto 2.0 permite la comunicación ilimitada entre usuarios, introduciendo los servicios de mensajería, blogs, chats, foros, intercambio de archivos, y redes sociales, entre otros. Por otra parte, facilita la libre expresión y colaboración a la hora de tratar cualquier tema.
Es recomendable comentar, que aunque todos tenemos derecho a opinar,muchas veces algún usuario emite argumentos erróneos que confunden al resto de la Red.
Seguiremos profundizando sobre el tema en próximos capítulos... y también investigando sobre periodismo 3.0, un paso más del que ya se oye hablar donde todos podremos publicar nuestras propias noticias...
3 comentarios:
Mencionar que por un lado, me encanta esa frase del canto del loco: hay personas que se piensan (y están realmente convencidos de ello), que lo saben todo y les encanta hablar. Deberían aprender un poquito de la frase del gran René Descartes (que les da mil vueltas por cierto): CAMBIARÍA TODO LO QUE SE, POR LA MITAD DE LO QUE IGNORO (Y eso que el tipo sabía, y mucho).
Por otro lado, a tenor de lo que dices en el penúltimo párrafo, yo creo que más que alguno, son demasiados los que usan internet a la ligera para escribir auténticas estupideces.´
Pd: A estos últimos, un consejo: Pongánse a trabajar y hagan algo más productivo que confundir a la gente.
Que frase tan bonita coco, hay tanto y tanto que no sabemos... pero ahora lo que se lleva es saber de muchas cosas, y eso a la larga es "Aprendiz de todo, maestro de nada"
Gran frase también (parecida a la de: "tengo 234 amigos", es decir, no tienes ninguno, chaval/a). Déjalos a los que se creen que lo saben todo, porque realmente son igmorantes y, como dijo, Amos Bronson: "La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia".
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